esidencial Las Orquídeas nace de una idea sencilla y poco común en la vivienda contemporánea: diseñar para la familia extendida. No como un conjunto cerrado de casas aisladas, sino como un sistema de espacios conectados que permite cercanía, movimiento libre y vida compartida entre generaciones.

En este proyecto, padres, hijos y nietos habitan propiedades independientes pero relacionadas entre sí. La arquitectura actúa como un puente: facilita el tránsito cotidiano entre una casa y otra, acorta distancias y convierte el recorrido en parte de la experiencia de vivir juntos.

Las áreas exteriores —patios, terrazas cubiertas, corredores y zonas de piscina— no son elementos decorativos, sino lugares de encuentro. Espacios pensados para que los nietos entren y salgan con naturalidad, para que las visitas no requieran invitación formal, y para que la vida familiar se dé de manera orgánica, sin barreras innecesarias.